Formas de Afrontar El Conflicto

8:14 p.m. NEGOCIACIÓN Y CONFLICTOS 0 Comments

Formas de Afrontar El Conflicto


Dentro de las distintas alternativas existentes para abordar el conocimiento y la resolución de conflictos podemos considerar las siguientes:
 
- Regulación legal: se refiere a aquellos procedimientos previamente definidos en las disposiciones de carácter legal y procedimental. Por la vía de la conciliación o de la jurisdicción apuntan a resolver mediante la intervención de un conciliador o juez, el conflicto de intereses surgido entre las partes procesales.  
 
- Disuasión: valerse de la amenaza o de la coerción ejercida sobre el  otro para que bajo el temor o miedo deponga sus intereses.
 
- Negociación: es el marco dentro del cual las partes consiguen acuerdo satisfacer sus particulares objetivos.
 
- Mediación: intervención de un tercero (mediador) que induce a las partes a buscar una o distintas opciones para solucionar la controversia que las enfrenta, con el fin de que logren unos compromisos q induzcan a su resolución y creen posibilidades en su función civilista y pedagógica, dentro del contexto de un proyecto como el que desarrollamos.
 
La mediación
 
La mediación se orienta para evitar una escalada del conflicto que conduzca a un mayor deterioro o a la violencia. Se procura que no se presenten comportamientos destructivos, y se genere un espacio de reflexión y de diálogo para buscar acuerdos y obtener objetivos mutuos.
 
La mediación es expresión de civilidad; opera a partir de la anuencia de las partes, que así establecen una relación de cooperación. Se busca, entonces, que los enfrentados asuman responsabilidad en los compromisos adquiridos y reconozcan los límites de sus intereses en relación con los del otro.       
 
Características del mediador
 
El mediador busca deponer la hostilidad de las partes; propicia su disposición para encontrar una solución; genera en ellas confianza y seguridad. Invita a reflexionar sobre el problema como camino de solución; hace que las partes reconozcan la existencia del conflicto, su responsabilidad en él; procura evitar que estas se agredan verbal o físicamente.                      
 
Al revisar el problema se abordan las posibles soluciones. La argumentación de las partes sirve para que sean ellas mismas quienes se sientan responsables del compromiso adquirido; les redimensiona el problema y las consecuencias adversas que puede acarrear la no resolu­ción.
 
Sus más evidentes rasgos han de ser:
- Objetivo
- Neutral en lo posible
- Imparcial
- Equilibrado
- Respetuoso
- Discreto             
- Buen observador
- Generador de confianza
- Gozar de reconocimiento y legitimidad
- Hábil en la comunicación
 
Conflicto y convivencia ciudadana
 
Concebido el conflicto como inherente a la dinámica propia de la vida social, existe un ámbito público donde éste se presenta de manera permanente. Al no disponer de espacios y elementos propicios para su afrontamiento, se desarrolla sin control. La ausencia de una cultura ciudadana, basada en el respeto, la solidaridad, el reconocimiento del otro, incide en que el conflicto se convierta en un hábito negativo, sin que medie la autorregulación. Esto implica que en ese ámbito público, en la que el otro se desvanece bajo la presunción de las prerrogativas indivi­duales, no se genere una convivencia para el bienestar general.
 
El conflicto está contextualizado. Tiene raíces, subyacentes que deben ser analizadas para una mejor comprensión del mismo. En la búsqueda de una mejor convivencia, algunos aspectos como la creatividad, la responsabilidad, el reconocimiento del otro, la acción comunicativa productiva, orientarán el cambio dentro de una sociedad madura para afrontar el conflicto. Aquí se evidencia la generación de un espacio lúdico, simbólico, para un tratamiento creativo del conflicto.

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