Formas de Afrontar El Conflicto
Formas de Afrontar El Conflicto
Dentro de las distintas alternativas
existentes para abordar el conocimiento y la resolución de conflictos podemos
considerar las siguientes:
- Regulación legal: se refiere a
aquellos procedimientos previamente definidos en las disposiciones de carácter
legal y procedimental. Por la vía de la conciliación o de la jurisdicción
apuntan a resolver mediante la intervención de un conciliador o juez, el
conflicto de intereses surgido entre las partes procesales.
- Disuasión: valerse de la amenaza o
de la coerción ejercida sobre el otro
para que bajo el temor o miedo deponga sus intereses.
- Negociación: es el marco dentro
del cual las partes consiguen acuerdo satisfacer sus particulares objetivos.
- Mediación: intervención de un
tercero (mediador) que induce a las partes a buscar una o distintas opciones
para solucionar la controversia que las enfrenta, con el fin de que logren unos
compromisos q induzcan a su resolución y creen posibilidades en su función
civilista y pedagógica, dentro del contexto de un proyecto como el que
desarrollamos.
La mediación
La mediación se orienta para evitar
una escalada del conflicto que conduzca a un mayor deterioro o a la violencia.
Se procura que no se presenten comportamientos destructivos, y se genere un
espacio de reflexión y de diálogo para buscar acuerdos y obtener objetivos
mutuos.
La mediación es expresión de
civilidad; opera a partir de la anuencia de las partes, que así establecen una
relación de cooperación. Se busca, entonces, que los enfrentados asuman
responsabilidad en los compromisos adquiridos y reconozcan los límites de sus
intereses en relación con los del otro.
Características del mediador
El mediador busca deponer la
hostilidad de las partes; propicia su disposición para encontrar una solución;
genera en ellas confianza y seguridad. Invita a reflexionar sobre el problema
como camino de solución; hace que las partes reconozcan la existencia del
conflicto, su responsabilidad en él; procura evitar que estas se agredan verbal
o físicamente.
Al revisar el problema se abordan
las posibles soluciones. La argumentación de las partes sirve para
que sean ellas mismas quienes se sientan responsables del compromiso adquirido;
les redimensiona el problema y las consecuencias adversas que puede acarrear la
no resolución.
Sus más evidentes rasgos han de ser:
- Objetivo
- Neutral en lo posible
- Imparcial
- Equilibrado
- Respetuoso
- Discreto
- Buen observador
- Generador de confianza
- Gozar de reconocimiento y
legitimidad
- Hábil en la comunicación
Conflicto y convivencia
ciudadana
Concebido el conflicto como inherente
a la dinámica propia de la vida social, existe un ámbito público donde éste se
presenta de manera permanente. Al no disponer de espacios y elementos propicios
para su afrontamiento, se desarrolla sin control. La ausencia de una cultura
ciudadana, basada en el respeto, la solidaridad, el reconocimiento del otro,
incide en que el conflicto se convierta en un hábito negativo, sin que medie la
autorregulación. Esto implica que en ese ámbito público, en la que el otro se
desvanece bajo la presunción de las prerrogativas individuales, no se genere
una convivencia para el bienestar general.
El conflicto está contextualizado.
Tiene raíces, subyacentes que deben ser analizadas para una mejor comprensión
del mismo. En la búsqueda de una mejor convivencia, algunos aspectos como la
creatividad, la responsabilidad, el reconocimiento del otro, la acción
comunicativa productiva, orientarán el cambio dentro de una sociedad madura
para afrontar el conflicto. Aquí se evidencia la generación de un espacio
lúdico, simbólico, para un tratamiento creativo del conflicto.
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